Sin embargo la historia nos recuerda que ha habido grandes mentes o/y corazones que han sido indiscutiblemente originales. Ni linea ni círculo, mejor, ambos. Un solenoide es un patrón fácilmente imitable por lo que no es difícil pasar por nuestro tiempo limitándonos a repetir el patrón de otros (padres, ídolos, ...) La comodidad que esto implica explica la poca proliferación de individuos que se arriesguen a no vivir entre continuos déjà vus colectivos. Animémonos pues a que nuestro solenoide, la impronta que dejará nuestra vida en los demás, tenga unos cuantos lazos más que la plantilla estándar, y si tu alma/mente/corazón puede haz que alguno de ellos tenga una forma caprichosa que la haga “tuya” , al menos mientras que otro no se sienta atraído por tu patrón y decida que es bueno como plantilla para él; que en definitiva es lo que le ha pasado a los grandes que se han convertido en referencia de una u otra manera de aquellos que más tarde disfrutaron de su tiempo.
“Ahora vuelve a llevarse” No se dejen engañar pues aunque vuelva, la moda, los amigos, ..., no vuelven en el mismo punto del solenoide. De esta manera no provocarán las mismas reacciones que en el lazo donde se originaron por primera vez. No desechen la oportunidad de experimentar la nueva vuelta de tuerca de la vida porque esta vez no tiene por llevar al mismo sitio, quizás incluso sea el final de nuestro solenoide, o quizás el enlace al comienzo de uno nuevo.