miércoles, 21 de abril de 2010

Manada

Somos "seres" superiores, nuestro orgullo como especie nos pone por encima de cualquier comportamiento de manada. Nos vanagloriamos de ello pero la realidad es que cuando los recursos que tenemos como "seres racionales" para parapetarnos tras las convecciones sociales nos abandonan nos comportamos de manera fluida con nuestro "congéneres". A veces deberíamos pararnos a pensar si nuestra socialización es excesiva y nos lleva a a comportarnos de manera antinatural.

Hay quien piensa que eso es lo que nos diferencia de los animales, olvidando que somos animales y que lo que nos identifica se define precisamente como esos "instintos", como el hecho diferencial que nos distingue como especie y no el desarrollo tecnológico o la capacidad, o la ilusión, de dominar nuestro entorno.

Cuando las guardias son derribadas por algún elemento externo podemos ver la realidad de nuestras interrelaciones, para bien o para mal.

Quizás el problema no sea ponernos de acuerdo en unas convecciones sociales para relacionarnos, quizás el verdadero problema sea olvidar la forma natural de relacionarnos lo que conllevará de forma inexorable a la incapacidad de volver a la esencia de las relaciones entre las personas.

viernes, 5 de marzo de 2010

¿Vives o convives?


Las relaciones interpersonales son el paradigma genuino de la relación calidad/precio. El hecho de desarrollar esta afirmación puede resultar trivial, hay quien diría incluso pueril. ¿Pero estamos realmente los adultos preparados para hacerlo? Y es que a pesar de lo que describen las anteriores frases quizás la auténtica realidad es que sólo para los niños las relaciones son triviales. De alguna manera la inocencia de las relaciones, pongamos por ejemplo las de amistad de los infantes esconden una profunda y abrumadora verdad; el blanco o negro, el “es mi mejor amigo” o “es mi peor enemigo”.

Son muchos los que pasan la etapa de la adolescencia y se convierten en adultos manteniendo esta premisa. Y ahí es dónde aparece el conflicto. Llegado el momento hay que descubrir que las relaciones con los que nos rodean no son blancas o negras, que todos son tan o más complejos que uno mismo. Es en este punto donde hemos de elegir la proporción calidad/precio de nuestras relaciones con los demás.

Preferimos una gran cantidad de “otros” a nuestro alrededor aunque sea de forma superficial y transitoria o por otra parte deseamos invertir tiempo y recursos en algo sólido y duradero.

Al leer esto puede que nos sintamos tentados a señalar que la segunda opción es la correcta. ¿Pero no es esta elección la herencia de nuestra experiencia en la etapa infantil de nuestra vida? ¿Será por el contrario la primera opción la más “madura”?

Ser capaces de interrelacionarnos sin desear que todo sea perfecto/puro/inmutable. ¿Nos pasará como a aquellos que iban tras la fuente de la eterna juventud despilfarrando la auténtica juventud?

En cualquier caso deberíamos aprender a interrelacionarnos con los demás a múltiples niveles situando a cada cual en el suyo sin esperar ni desear que algo sea o se convierta en lo que no es por imposición sin tener en cuenta que el libre albedrío existe. Le pese a quien le pese.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

En defensa de los derechos fundamentales en Internet

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:

  1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

  2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

  3. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

  4. La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

  5. Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

  6. Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

  7. Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

  8. Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red, en España ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

  9. Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

  10. En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Se ha publicado en multitud de sitios web. Si estás de acuerdo y quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.

jueves, 29 de enero de 2009

Valor


Porque cuando somos sentimos. Y el sentir nos convierte en seres de cristal. Somos como jarrones que tienen que recordar lo que son constantemente porque de lo contrario podrían ser simplemente cuarzo cristalizado, o jade, o porcelana que ahora ha tomado la caprichosa decisión de parecer un jarrón. Porque hay veces que dejamos que el tiempo nos arrulle y olvidamos que sentimos, y dejamos de ser. Nos convertimos en parte de otros pero perdemos nuestro yo. Y eso es Ser, un trabajo constante, un empeño individual, un creer... A continuación un fragmento de "Somos Levedad" del trabajo Nunca el tiempo es perdido (Manolo García 2001)
(...)
Como tú, camino por esta estrecha calle.
Como tú, necesito soles que giren para alumbrarme. Que hagan brillar lo bueno que pueda haber en el alma. Sonrío al viento porque en él huelo el humo del incendio. Porque se que la fe es creer en algún dios aunque no existan. O existir aunque ese dios a veces no crea en ti. En caminar, aunque hoy no brille tu estrella. Como tú, camino por esta tierra que pronto será yerma (...)

Obliguémonos a sentir, aunque no sea cómodo. Aunque no sepamos exactamente lo que deberíamos ser. Buceemos en nuestro interior para poder ver a través de nuestro Ser el mundo que nos rodea. Seamos nuestro propio prisma. ¿Duele? ... Quizás pero eso es estar vivo.
Sentir, y recordar . Y maravillarnos por lo que sentimos sin mirar ni juzgar el sentimiento sentido, porque es el poder sentir lo que nos hace ser pequeñas gotas en un océano que aún así se distinguen unas de otras.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Anillo

Línea. Aunque en el mundo clásico siempre se consideró círculo. Solenoide. ¿Quién no ha escuchado alguna vez “ahora vuelve a llevarse...”
Continuamente nos vemos al principio del círculo que ya para otros es el final y nos preguntamos si los clásicos tenían razón y todo lo que fundamenta nuestro paso finito, cuando finito es precisamente lo que define nuestra existencia, por la vida es genuinamente nuestro o la repetición del círculo ya repetido cientos y ciento de veces. Esto nos llevaría a definirnos como una colección de círculos-experiencias nada original diría yo.
Sin embargo la historia nos recuerda que ha habido grandes mentes o/y corazones que han sido indiscutiblemente originales. Ni linea ni círculo, mejor, ambos. Un solenoide es un patrón fácilmente imitable por lo que no es difícil pasar por nuestro tiempo limitándonos a repetir el patrón de otros (padres, ídolos, ...) La comodidad que esto implica explica la poca proliferación de individuos que se arriesguen a no vivir entre continuos déjà vus colectivos. Animémonos pues a que nuestro solenoide, la impronta que dejará nuestra vida en los demás, tenga unos cuantos lazos más que la plantilla estándar, y si tu alma/mente/corazón puede haz que alguno de ellos tenga una forma caprichosa que la haga “tuya” , al menos mientras que otro no se sienta atraído por tu patrón y decida que es bueno como plantilla para él; que en definitiva es lo que le ha pasado a los grandes que se han convertido en referencia de una u otra manera de aquellos que más tarde disfrutaron de su tiempo.
“Ahora vuelve a llevarse” No se dejen engañar pues aunque vuelva, la moda, los amigos, ..., no vuelven en el mismo punto del solenoide. De esta manera no provocarán las mismas reacciones que en el lazo donde se originaron por primera vez. No desechen la oportunidad de experimentar la nueva vuelta de tuerca de la vida porque esta vez no tiene por llevar al mismo sitio, quizás incluso sea el final de nuestro solenoide, o quizás el enlace al comienzo de uno nuevo.

martes, 25 de noviembre de 2008

Tierra


Pertenencia, comunidad, masa. A eso recurrimos habitualmente cuando queremos hacer que una idea sea tomada como suya por una gran cantidad de gente. Sí es cierto,todos pertenecemos a una gran comunidad, la Tierra. Nótese que todos pertenecemos a esa comunidad, pero no es que eso implique que nos pertenezca. No es recíproco. Aún así actuamos como arrendadores y arrendatarios, haciendo y deshaciendo a nuestro antojo, bueno, al de algunos para no mentir. Y algunos de esos están de actualidad, la petrolera patria. Y es que ahora hay quien apela al sentimiento de comunidad para salvaguardar los bienes comunes... estratégicos que dirían los más versados. Lo que no queda tan claro es que la cosa sea realmente de todos. Y es que ahora le ponen un gran cartel donde dice que nos protege de mil y un males. Yo me pregunto que diferencia ha habido, pongamos por caso, el pasado verano entre el precio del carburante en las estaciones de servicio de "nuestra" petrolera y las foráneas. Aunque queda claro que el precio del barril se marca en otros lares, lo que no queda tan claro es qué utilidad tiene una petrolera etiquetada como "patria" si en momentos que la comunidad a la que pertenece pasa una mala racha no se comporta de forma diferente a las que pertenecen a otras comunidades.

sábado, 15 de noviembre de 2008

La Vida


No nos engañemos, principio y fin. Y eso es lo interesante.

Realmente he estado realmente tentado. Sí, realmente está repetido. Si todavía se usasen underwoods u olivettis para escribir hubiese aparecido algo así como rrrreealmente y es que cuando las palabras se atropellan en la punta de los dedos es porque la sensación que uno quiere transmitir es mayor que nuestras pulsaciones por minuto. He estado tentado a dejar que esta gota acabase en la segunda linea pero parece que no soy yo quien ha de decidirlo. La vida, no me negarán que aquellas vueltas interminables al patio del colegio nada tenían que ver con las carreras por ser los primeros en recibir uno de los paquetes de cromos que regalaban como promoción a la salida de las clases. Y eso es lo interesante.

Hay quien se empeña en correr, sin darse cuenta que lo hace en círculos. Hay quien corre en dirección contraria. Hay sencillamente quien se niega a correr. Digamos que cada uno se apunta a la carrera que quiere. Pero centrémonos en el primer tipo de corredor.

Hay de aquel que corra en círculo y quiera compartir la carrera con los que lo hacen hacia una meta. Si los vemos de lejos no apreciaremos diferencia alguna, pero si observamos detenidamente durante un rato la tristeza se asomará a nuestra cara, y es que el hombre sí es bueno por naturaleza. Si entendemos que uno de los corredores no tiene una meta sabremos que a final, aunque tarde, caerá destrozado por la impotencia de no llegar a ninguna parte. Y huiremos. Huiremos por si el sortilegio pudiese ser contagioso y nos atrapase en esa carrera interminable sin objetivo ni recompensa.

Si realmente “lo que importa es el camino” qué narices hacemos, ¿nos esforzamos al menos por mirar por la ventanilla?.

Principio y fin, gracias. La vida, la carrera, corre. Corre, es importante. Es lo que esperan. Ahora bien, cuando estés a una centésima de cruzar la ansiada meta... ¿qué recordarás? El esfuerzo, la perfecta máquina en la que te has/han convertido, los obstáculos. Lo siento.

Quizás no se pueda luchar contra el momento que nos ha tocado vivir, pero quizás sí merezca la pena. Recuerden, hagan lo posible para correr, pero corran bien. Aprendan de lo que encuentren a su paso, aunque les cueste llegar dos puestos más atrás. Permítanse no ser los primeros. Permítanse ser uno de aquellos adinerados de hace cinco centurias y aprovechen la vida para aprender cosas inútiles para la carrera.

Lleguen a la meta con una mochila tan pesada que su contenido haga olvidar a todos los participantes el orden de llegada. Porque quién ha dicho que alguien lleva esa cuenta.